El Cantón. Parte I

Puerto de Cartagena en la época
Tras la dimisión del Rey Amadeo I de Saboya y en el contexto de la I República española, con Pi i Margall a la cabeza, se dieron una serie de crisis políticas debido a la tercera guerra carlista, al levantamiento de la isla de Cuba y al movimiento cantonalista protagonizado por los republicanos federales intransigentes.

Dichos republicanos, debido a la decepción por la nueva República, se alzaron proclamando cantones independientes en diversas ciudades de la geografía española como: Sevilla, Granada, Cádiz, Torrevieja, Almansa, Castellón, Málaga, Salamanca, Bailén, Andújar, Tarifa, Algeciras, Alicante y Cartagena. Estas sublevaciones fueron promovidas por intelectuales, estudiantes y políticos federalistas. Ocasionalmente, intervinieron artesanos, tenderos y asalariados.

Era un 12 de julio de 1873 cuando estalló la insurrección en la Ciudad Portuaria. Los simpatizantes del movimiento cantonal tomaron el ayuntamiento y nombraron una junta revolucionaria, apoderándose del Arsenal, de las baterías de la costa y del puerto, en el que se encontraba la mayoría de la flota española. Con el izado de una bandera de color rojo y con un cañonazo, desde el castillo de Galeras, quedó proclamado el Cantón. Aún así, cabe destacar que dicha proclamación fue algo confusa, ya que en realidad se izó una bandera turca a falta de una roja, algo que pudo ser sufragado al poco tiempo.


Torreagüera a Antonete Gálvez
Al mando del bando sublevado se posicionó el general Contreras y en el bando revolucionario fue elegido jefe Roque Barcia, aunque el torreagüereño Antonete Gálvez, que era diputado en las Cortes por la provincia murciana, también tuvo un papel muy importante tras posicionarse a favor del Cantón como cabecilla de la armada. Cabe destacar que el cantón establecido en la Ciudad Portuaria era uno de los más fuertes debido, entre otros motivos, a sus cinco fragatas, sus dos vapores, su corbeta y al sistema de fortificaciones de la ciudad costera. Los navíos eran: Numancia (se convertiría en el buque insignia), Méndez Núñez, Victoria, Tetuán y Almansa. Posteriormente se incorporarían a la escuadra cantonal, el vapor Vigilante y el Fernando el Católico. 

La Junta del Cantón de Cartagena proclamó: "Cartageneros: los que por la voluntad de la mayoría del pueblo republicano de esta localidad, hemos constituido la Junta de Salud Pública de la misma, tenemos el deber de hacer una declaración categórica de nuestras miras, de nuestros principios y de los intereses que defendemos, y que tratamos de resguardar para bien de la República y para la salvación de la Patria". 

Tras ser rechazada la constitución en las Cortes, el presidente de la República se vio obligado a dimitir, ya que Pí no era partidario de actuar contra los cantonalistas. Nicolás Salmerón tomo el relevo, que dedicó todas sus fuerzas a sofocar la revolución, por lo que le encomendó a los generales Manuel Pavía y Rodríguez de Alburquerque y Arsenio Martínez Campos que tomaran uno a uno los cantones. Sin embargo, el Cantón cartagenero fue el que más quebraderos de cabeza les dio, hasta el punto de que este fue el último en disolverse. Con el gobierno de Castelar tampoco se pudo doblegar, sin embargo con el golpe de estado de Pavía se produjo dicha disolución con el que llegaría un nuevo gobierno de unidad nacional con el militar Francisco Serrano a la cabeza. La fecha de tal rendición fue el 12 de enero de 1874, tras la conquista por parte del general José López Domínguez.

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Entrada publicada el 29/04/12