Según cuenta la tradición, Santiago entró por el puerto de Santa Lucía, hace veinte siglos, para llevar la luz del Evangelio a toda España. Desde el año 2007, se sitúa en la dársena de Santiago una imponente escultura dedicada al Apóstol, que porta un báculo. Juan José realizó esta obra en bronce sobre piedra natural. Tiene algo más de tres metros de alto y se sitúa junto al cantil del muelle, en actitud de llegada a tierra firme. La escultura se halla junto a una sublime cruz de acero. El objetivo de este proyecto, promovido por instituciones locales, era potenciar el turismo religioso y cultural en nuestra zona.
Otra de las obras más conocidas de Quirós es la escultura en homenaje a Carmen Conde, que se halla sentada en un banco de la céntrica calle del Carmen, frente a la iglesia en la que fue bautizada la literata. Realizada también en 2007, con motivo del centenario del nacimiento de la académica. Carmen Conde aparece con las piernas cruzadas, en actitud de reposo, con una leve sonrisa, un traje largo y un libro en la mano. Destacar, además, el anillo que lleva en uno de sus dedos con el nombre de su marido, Antonio Oliver.
En el hospital de Santa Lucía, Quirós también ha dejado huella. En el corredor de la planta baja, frente a una de las puertas principales, podemos encontrar una escultura de santa Lucía, que fue donada por los vecinos del barrio pesquero. No va policromada y en ella el artista pretendió aunar lo religioso y lo civil. Su tamaño es pequeño, pero la devoción transmitida no es poca, puesto que siempre se encuentra con flores, fotografías... cargadas de peticiones a la intercesión de la santa. La imagen transmite alegría y energía.
Respecto a la última incorporación en la ciudad, he de referirme al monumento al Ángel Custodio, patrón de la Policía Nacional, situado al principio de la calle del Carmen. El conjunto está formado por un ángel, con una mano al cielo y otra hacia la tierra, y un niño que porta una gorra y que simboliza a aquellas familias que han perdido a alguien perteneciente a la Policía Nacional y que han dado su vida por España. Cartagena es la primera ciudad española que tiene un monumento similar. La iniciativa, promovida desde la Comisaría, fue costeada por un grupo de empresarios, tal y como consta en el pedernal de la escultura. Esta pretende ser un homenaje y un reconocimiento a quienes se juegan su vida por la defensa de los derechos y libertades de todos. La escultura mide 1,80 metros de altura.
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