De Cerca: Juan José Quirós

Juan José Quirós en su taller
Quirós es, sin duda alguna, uno de los artistas más reconocidos de nuestra historia actual, no sólo en Cartagena o en nuestra región, sino en todo el país. El escultor es considerado como un creador inquieto y un apasionado de su trabajo. En su juventud inició su carrera tallando imágenes religiosas, a las que se han sumado, con el paso del tiempo, las obras profanas. Muchas de sus creaciones las podemos disfrutar en las calles de la Ciudad Portuaria. Reconoce que su vida no tiene sentido sin Dios, la Virgen y San José. Conozcamos de cerca, a través de esta entrevista, al escultor cartagenero:

¿Quién es Juan José?

Juan José nació el 20 enero de 1972 y se ha criado en el barrio pesquero de Santa Lucía, junto a su padre, Juan, su madre, Antonia, sus dos hermanas y su abuelo. Juan José es transparencia. Yo soy yo.

Ese ser suyo no se podría entender sin el don de esculpir. ¿Cuándo comenzó su inquietud por este arte? 
 
Ahí entra la vocación… Entiendo que es algo que te llama al principio. Cuando tenía ocho años quedé prendido de la mirada de la imagen de San José, que estaba recién restaurada, de la parroquia de mi barrio. Esa mirada me invitaba a algo... Por otra parte, cuando vi lo que hacía un escultor, Jesús Azcoitia, que falleció recientemente, me sentí fascinado. Aquella labor me cautivó. Y quizás, gracias a estos dos hechos pude ir descubriendo mi vocación, con la que ya nací. La vocación para mí es como una rosa con espinas. Hay quienes me han dicho que yo no valía para esto, como el escultor Azcoitia… Al fin y al cabo sólo en Dios podemos encontrar las respuestas.

Y hablando de respuestas, ¿qué me puede decir sobre las técnicas que utiliza?

Básicamente son el modelado, la talla en madera y la fundición en bronce. Pero sin duda alguna, la mayor técnica es el corazón, que precisamente no entiende de técnicas...

¿Un año importante para usted?

El año 2007, año en el que se conmemoraba el tercer centenario del nacimiento de Salzillo y en el que yo cumplía veinte años en la profesión. La Comunidad Autónoma me eligió para representar, en FITUR, al escultor murciano. Fue un año muy entrañable porque se juntaron muchos acontecimientos… el más fuerte fue el fallecimiento de mi madre. Además, la Comunidad también hizo una retrospectiva de mi obra. Fui el escultor más joven de la Región de Murcia que tuvo una retrospectiva.

Respecto a sus obras ¿qué siente cuando las termina?

Una gran comodidad… reconozco que soy algo vago. Aún así, siempre disfruto mucho, puesto que siempre hago lo que me gusta. Si algún proyecto no me gusta, no lo hago. Soy tremendamente rico porque hago lo que quiero. El sentimiento que tengo, cuando termino una obra, es sobre el bagaje que queda y sobre el corazón puesto en ella.

Quizás esa entrega del corazón sea la culpable de sus múltiples reconocimientos. ¿Qué significa para usted ser reconocido?

El cariño de la gente y que me caguen las palomas (risas)… Cuando veo que las palomas se cagan en mis obras, pienso que lo bueno que va a quedar de mí es lo que el Señor decide.

¿Recuerda con especial afecto alguna anécdota en su trayectoria profesional?

Tengo muchas… Sobre todo la primera y última vez que vino Sánchez Lozano a Cartagena, mi maestro. Supervisó algunas de mis obras y me dio sabios consejos. Era un genio de persona… ojalá le estuvieras entrevistando a él en vez de a mí.

¿Sabría decirme en cuántos pueblos y ciudades hay obras suyas?

Tampoco son tantos… En la Región de Murcia en unos cuantos municipios. En el resto de España hay en Granada y Elche. Y fuera del país, tengo obras en Bélgica, Inglaterra, Japón e India.

¿Cuál es para usted su mejor obra?

No tenemos hijos ¿verdad? Mi mejor obra… No tengo mejor obra. Tengo obras que han gustado más y otras menos. En todas hay mucha pasión. Cada obra es un amor distinto.

¿Qué llamada recibió de forma inesperada y que le causó gran ilusión?

Muchas… De gente muy querida y que quizás no te esperas. Me hacía mucha ilusión cuando Sánchez Lozano me llamaba.

Por lo que veo, Sánchez Lozano es para usted un maestro. ¿Hay más?

Por supuesto: Salzillo, Benlliure, Miguel Ángel, Bernini, Borromini, González Moreno, Rafael… Aunque para mí, el gran maestro es Dios.

¿Tiene en mente algún proyecto?


Hay muchas propuestas para Cartagena y para fuera de la ciudad… ya se verán cuáles son. A nivel personal, me gustaría hacer un monumento a la libertad. Es un deseo de hace años que, por falta de tiempo, no he conseguido llevar a cabo.

En referencia a la ciudad y desde su mirada artística ¿cuál cree que es el encanto de Cartagena?


Cartagena es un contigo pero sin ti. Quiero mucho a mi ciudad. Cartagena siempre va a ser algo distinto. Podría decir que el encanto de Cartagena es su gente o su Semana Santa… pero el encanto de la ciudad es ella misma, ser cuna de la cultura. Es madre y madrastra. El encanto de Cartagena quizás sea su ambivalencia.

Por último, brevemente… 

  • ¿Cuál es su rincón favorito de la ciudad?

La Caridad... Detenerme delante de la Madre genera en mí un sentimiento difícil de explicar. Ella lo es todo.

  • ¿A qué cartagenero/a admira más?

A muchos... Al que más a mi padre. También a Isaac Peral.

  • ¿Qué deseo pide para la ciudad?

Pido un deseo para el mundo. Pido que el hombre vuelva a Dios.

  • Para contestar al anterior entrevistado: ¿estás dispuesto a servir al colectivo, a la sociedad, por encima de cualquier otro interés personal?

Siempre lo he hecho. Nosotros estamos aquí para servir.

  • Y usted, ¿qué pregunta le haría a la siguiente persona a entrevistar?

No lo se... Usted sabe a quién va a entrevistar. No soy adivino ni tengo bola. 

Entrada publicada el 22/02/16