Cartagena: Su Costa. Parte II

Faro de Cabo de Palos
En esta segunda entrada, si seguimos avanzando en la línea costera, nos encontramos con Cabo de Palos. Es un pueblo pesquero, en el que destaca su faro de 80 metros de altura sobre el nivel del mar y 50 sobre el terreno situado en la parte oriental del cabo sobre una pequeña colina. En esta zona también destacan los fondos marinos y en el ámbito gastronómico el denominado “caldero del Mar Menor.

Desde Cabo de Palos hasta Cartagena hay una impresionante sucesión de calas y puntas rocosas como Cala Reona, Calblanque o Cala Cortina (la denominada playa urbana de Cartagena, que presenta un alto grado de ocupación).

Antes de llegar al puerto de Cartagena, nos topamos con Escombreras, siendo, sin duda alguna, un pequeño e importantísimo rincón de nuestra costa, ya que es uno de los principales productores de energía de nuestro país.


Miguel de Cervantes escribió sobre el puerto de Cartagena:

“Con esto poco a poco llegué al puerto, a quien los de Carthago dieron nombre, cerrado a todos vientos y encubierto y a cuyo claro y singular renombre se postran cuantos puertos el mar baña, descubre el sol y ha navegado el hombre"
                                
Si el literato escribió algo así, por algo sería, ya que el de Cartagena es uno de los puertos más protegidos del Mediterráneo, de ahí que fuese un sitio  idóneo para la fundación de “Cartago Nova”, que sería una importante ciudad para muchas culturas, tanto en el ámbito comercial como militar. El puerto comercial continúa siempre en activo, en el que muchos productos de nuestra y otras tierras son allí embarcados. La actual situación de este, me permite decir, que el puerto de Cartagena cuenta sin duda con una de las más importantes terminales de estacionamiento y salida de cruceros. El puerto militar también es imprescindible destacar, ya que base de submarinos.

La Algameca
El resto de la costa cartagenera apenas deja sitio a las playas, aún así podemos citar la Algameca,  las del Portús, la de la Virgen y todas las de Isla Plana y La Azohía, entre las que destaca por su suavidad y amplitud la de San Ginés, elegida por el turismo por su nula peligrosidad y la limpieza de sus aguas. Acabamos nuestro viaje  en Cabo Tiñoso, lugar en el que encontramos un entorno privilegiado llamado Cala Cerrada. A este sitio sólo se puede acceder por mar, siendo así un refugio perfecto para recalar ahí.
Por último, destacar que toda la costa cartagenera está bordeada desde el siglo XVIII por baterías militares que controlaban los accesos y defendían la ciudad de los ataques desde la costa. En ella destaca la singularidad de las edificaciones, como elementos característicos de la arquitectura militar de otras épocas. Algunas de estas baterías son la de Santa Ana, la de San Leandro o la de Castillitos, por ejemplo.
Y hasta aquí mi recorrido por la costa de la Ciudad Portuaria, una ciudad que cuenta con playas de calidad. Este año once playas han sido galardonadas con la “Q” de calidad y seis cuentan con bandera azul.

+ Lee la primera parte

Entrada publicada el 15/08/11 | Actualizada el 14/11/16